Erasé una vez una chica de cabellos dorados que paseaba por un largo sendero , bajo un sol cegador y una debil brisa.
Sus pies marcaban la direccion a seguir . Caminó y caminó, durante horas y el sol seguia ahí arriba , observándola . Entoces descubrió que caminaba sin sentido, la pradera se alargaba y se alargaba, no tenia fin .
Su angustia crecia, pues no sabia hacia donde iba, pero no podia dejar de andar, sus pies iban solos; y se repente vio a lo lejos una figura.
De repente la chica de cabellos dorados pasó ante mí ; Su aroma embriagador, su pelo de trigo,su piel blanquecina, su boca carmesí, su vestido de croché...
La chica de cabellos dorados, la que nunca seguí...la que nunca alcancé
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