abajo.
Sus padres, demacrados y mustios, se afanaban por mantener una familia que no existía...sí, Jack deseaba que si la casa se tenía que caer mejor que lo hiciese cuando sus padres estubiesen dentro.
Jack como tantos otros días de luna llena iba al cementerio que quedaba a unos minutos de su casa...un privilegio pensaba él, le encantaban estas furtivas escapadas nocturnas donde se paseaba a sus anchas entre las tumbas, pintarrajeaba con un espray negro y arrancaba las flores que los familiares habían depositado en los jarrones...pero esa noche ocurrió algo que se escaba al control de Jack, no era un chico impresionable ni mucho menos miedoso, prueba de ello era que correteaba por un cementerio en mitad de la noche...
Algo lo sobresaltó en el momento en el que se quedó observando una de las lápidas más antiguas...una voz, era una voz, profunda y tenebrosa parecia alzarse desde el mismísimo averno, los instintos de Jack reaccionaron, se le erizaron los pelos de la nuca y su cuerpo se quedo paralizado por el miedo, de la negra sombra surgió una figura descomunal, era una silueta...sin rostro. Rodeado por la angustia y empapado en sudor Jack intentó huir, pero notaba que no podía moverse, cuando derepente se percató de que unas manos lo habían agarrado por los tobillos....
Nada se supo nunca más de aquel chico macabro y siniestro que un día decidió marcharse de casa a un lugar donde no era bien recibido.
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